Ver las rosas flores de los durazneros siempre me lleva a recordar los cuentos de hadas y princesas de la niñez. Son tan delicadas y fe
meninas que así puedo entender por qué a las
bebés se las identifica con ese color tan romántico.
Estas son fotos de los dos centinelas en el invierno que tengo en mi jardín. Ya a fines de julio abrían las primeras flores y fue muy bonito ver una lluvia de pé
talos cayendo en la última tormenta de viento.
En una semana pasaron de estar como en las dos primeras fotos a la última en la que ya aparecen las hojas y se están formando los frutos que las abejas ayudaron a formar.