Los Iris o Lirios son típicas plantas de los jardines de las abuelas,específicamente los Iris germanica, los de hojas anchas y verde pálido. En invierno las plantas se achican quedan unas pocas hojas y muchas se secan pero cuando empieza a salir más temprano el sol, vemos como crecen y engordan y como si fuera de un día para el otro vemos las varas florales asomando sus cabezas.
Creo que si uno caminaba por un barrio o pueblo iba a ver los mismos colores en todos los jardines, porque era típico de las vecinas el “no me da un gajito” y así teníamos esa forma de propagación inocente convirtiendo a esas futuras abuelas en trabajadoras de la naturaleza tal cual abeja. Abuelos y futuros abuelos, no se ofendan que sé que muchos de ustedes también aman a sus jardines, simplemente yo lo recuerdo así, especialmente a “Doña Rosa” una italiana que casi no hablaba nada de castellano.
Estas fotografías perteneces a mi jardín. Es el inicio de una colección y estoy muy orgullosa de ella y que vaya creciendo año a año. Debo confesar que tengo bastante de coleccionista.
Este Iris con bordes azulados es de la clase Monet, El pintor los tenía en su jardín. Monet era un artista jardinero y diseñaba sus jardines como pensaba sus cuadros. “Mi jardín es mi obra maestra” cita del pintior.
Estos Iris amarillos están super difundidos por todo Argetina. Un ejemplo se puede observar en la autopista a La Plata en Buenos Aires donde en esta época las márgenes del camino parecen tapizadas de amarillo. Me pasó unas plantitas un vecino que había hecho división, Miguel que me ayuda en el jardín me dijo “eso crece como yuyo pero son muy lindos” y es verdad, se dan muy bien a semi sombra y les gusta mucho el agua asi que van muy bien en lugares donde se estanca.
Y por último cual pintura de Vincent van Gogh, en un cantero de Iris blancos y azulados apareció este solitario e inesperado bordeaux. Hice la asociación con la pintura inmediatamente al ver la imagen porque es uno de mis cuadros favoritos del pintor.
Aquí tienen el principio y resultado del misterio en el cantero de los “blancos”