Esta foto de encabezado es de mi pequeña camelia rosada y doble, que crece bien protegida entre las otras plantas. Pueden ver hojas de azalea, anémona japonica, laurel acompañándola.
“Una flor que amo, no por sí misma, sino porque su nombre esta unido a nombres que amo. Un talismán de esperanza y memoria.”
Buscando publicaciones libres y antiguas encontré una muy bonita de Sarah Josepha Buell Hale, publicada en 1836 en Londres. El libro se llama “The book of flowers” , “El libro de las flores” y comienza con la frase de la autora que está en el inicio de esta entrada. ¿Cuántas son las flores que amamos por esta razón? no encontré nada más adecuado para el jardín de mi abuela.
Mis abuelas no tenían camelias, pero a mí siempre me fascinaron, el brillo de las hojas, que tengan esas flores tan grandes de pimpollos gordos y suavecitos. la simetría de sus pétalos, la exuberancia.
Camellia japonica es entre unas 250 especies de camelias, la más difundida. Originarias de Japón, China y Corea y allí se cultivan hace miles de años. En el Oste, el género fue nombrado en honor a un cura y botánico jesuita llamado George Kamel y Linnaeus el de especie “japonica” porque la planta fue descrita por primera vez en Japón por Engelbert Kaempfer, un naturista alemán.
Es este naturista alemán que las trae a Europa desde Asia en 1692. Era médico en expediciones de la Compañía Holandesa de India del Este.
El registro de la primer camelia en Inglaterra es de 1739, trañida por Robert James de Essex. Mientras que en Estado Unidos se venden en los viveros por primera vez en 1807 como plantas de invernáculo. (1)
Las camelias aparecen pintadas en porcelana y cuadros desde el siglo 11 y son símbolos de buena suerte y se usan como ofrenda en el año nuevo Chino.
Una creencia a respetar por las mujeres chinas era no usar camelias en el cabello, de otra manera, la mujer no tendrá hijos por mucho tiempo. La relación se hacía con el hecho de que el pimpollo de camelia se forma con mucha anterioridad a que la flor abra.
Aquí les paso la referencia del Libro de las flores. Más abajo traduzco el poema que contiene:
Sentimiento
Pura de corazión como una perla enterrada
dentro de un caparazón carmesí,
Una mirada suave y una muchacha radiante
Eres tú, mi Rosabelle.
Dulce belleza duerme sobre su pálida frente
y flota ante mis ojos;
Tan mansa y pura como palomas eres tú,
O seres de los cielos.
Sus miradas suaves son todas elocuentes,
las brillantes libres y alegres,
Como miradas de un enviado de las pleyades.
Sus tristes dulcemente tristes.
Pienso en ellas cuando la luz del días se vuelca.
Sus miradas atraves del cielo,
Y luego cuando mi espíritu se eleva
Sobre las cosas altas.
Aunque no es un angel a mi lado
A la tierra ofrezco mi adios
Y cada sueño de pompa y orgullo
a todo menos Rosabelle.
Morris.